viernes, 15 de noviembre de 2013

El colofón del desengaño











Por raro que pueda parecer aún hoy nos encontramos en la línea fronteriza que divide al miedo y a la razón en un país como España. No sale uno de su asombro ni dejan de darle asco ciertas reacciones de tipos económicamente acomodados que escurren el bulto cuando se les pregunta por cuestiones que tristemente tienen que ver con los demás, con los más perjudicados e indefensos, con los que las ven venir sin que nadie parezca acordarse de ellos, tratando de esconder su falta de vergüenza detrás de un velo de deplorable cobardía. 
 En un mundo tan manipulado como en el que vivimos el concepto de dignidad se esfuma entre las bocanadas de humo del comercio y del chantaje. La irracionalidad, la falta de empatía y la hipocresía se están encargando de arruinar lo poco que queda de decencia entre nosotros. Hay que ser muy miserable, y muy mal criado, y muy déspota para decir en una rueda de prensa que no te importa nada de lo que esté ocurriendo en una nación como Guinea Ecuatorial, en la que desde hace décadas están siendo vulnerados los derechos humanos de la mano del dictador Teodoro Obiang, porque lo único que te interesa es que te dejen en paz para seguir ganando una insultante cantidad de dinero a cambio del único mérito de saber golpear un balón. Eso es lo que han hecho un par de jugadores de la selección española de fútbol, Bartra y Llorente, cuando les ha sido preguntado qué opinan de la situación del país al que irán a jugar el próximo sábado y que si estaban dispuestos a negarse a fotografiarse con el matarife guineano que lleva por la calle de la amargura a la ciudadanía de aquel pueblo desde hace muchos años. La guinda del pastel la puso la jefa de prensa de la Federación española de fútbol al entrometerse de mala manera entre los periodistas y los jugadores; la cobardía de éstos últimos fue el colofón del desengaño.
Uno, que se gana la vida en un oficio en el que la incultura es palmaria, sabe bien a lo que sabe el recalentado plato del que se alimentan las estrategias de los ruines, de los sabuesos y de las aves rapaces del asfalto endiablado de la insana competencia aderezada con envidia,  va ya estando harto de tanto fanfarrón en pantalón corto que no sabe hacer la o con un canuto, de tanto referente insensato y de tanta alcurnia de medio pelo moral como parecen ser los multimillonarios futbolistas a los que se les acaba viendo el plumero por muchas campañas a favor de determinadas organizaciones benéficas que patrocinen. Habrase visto insolencia, cinismo y alevosía. Hemos llegado al colmo del despropósito democrático, y es que en un mundo en el que gobierna la mentira decir la verdad se ha convertido en un acto revolucionario.

5 comentarios:

  1. Clochard:
    Hay que tener en cuenta dos cosas.
    En primer lugar, si los futbolistas (puesto que estás hablando de ellos) sólo jugaran en países "democráticos", me parece a mí que se acabarían los partidos internacionales...
    Por otro lado, no sé qué intereses ocultos hay en celebrar ese partido amistoso. De todos modos, hubiese sido un gesto el haberse negado a fotografiarse con los mandamases o seguirles el juego.

    Salu2.

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    1. Dyhego:

      Muy de acuerdo en lo que dices, aunque pienso que el gesto, y donde se le ve el plumero a la cobardía moderna, hubiera sido no ir a jugar.

      Salud.

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  2. "Zapatero a sus zapatos"¿Por qué le pregunta el periodista sobre política?,para crear polémica y expectación,que le pregunten sobre fútbol que es lo suyo y lo que saben hacer bien.Seguramente está sacado de contexto o cortaron la entrevista donde les pareció.Dice un refrán;me ha dado con ello hoy:"De lo que te cuenten,no te creas nada y de lo que veas la mitad"...Un abrazo apolítico!!

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    1. Amoristad:

      Creo que el deporte es una de las banderas del desarrollo personal y de la realización de conceptos basados en la unión de los pueblos y la libertad de los mismos, como lo indican los anillos olímpicos; de modo que creo que los futbolistas debieron haberse pronunciado, así como la federación y todo el cuerpo técnico, a favor de los valores del deporte y no agachar las orejas mirando para otro lado, que es lo que hicieron. Esa es mi opinión, respetando y entendiendo lo que dices. Si los referentes de millones de jóvenes no actúan: mala cosa porque ellos adoptarán las mismas posiciones de desinterés en un futuro no tan lejano.

      Mil abrazos.

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