Supongamos pongamos por caso imaginemos
que de un ballenazo por una ballena es hundido un ballenero
que de los jubilados los políticos asaltasen el congreso
que engullidos fueran los océanos por el avance de la tierra
que se condensaran las nubes en la luna
que anochecieran las auroras
que florecieran las montañas rocosas
que este mundo un mundo no fuera tan inmundo
que no subirse tuvieran que las escaleras
que sobre una isla se despertase desierta de la siesta
que por las orejas la correspondencia a los miedos les saliera
que soltarse la coleta no supiera con mesura la prudencia
que en un vaso se ahogaran de agua los cometas
que se tostaran las novelas con el calor de los poemas
que con miel se desataran las cadenas y con azúcar
que como callara una tumba el morbo de las marujas
que la muerte conviviera no con la vida y viceversa
que al tercer día resucitaran los suicidas
que se contagiaran las estratagemas de simpleza
que desaparecieran los dolores con cerveza de cabeza
que la certeza nunca fuese impía
que las vías no transitaran de la tristeza los tranvías
que con darse cuenta le bastara para desperezarse a la pereza
supongamos pongamos por caso imaginemos