A la vera de los treinta y diez uno se siente sonriente por haber llegado mas o menos sano y salvo a estas alturas del camino; no del todo ileso, ni mucho menos, ya que han sido bastantes las tonterías y atropellos cometidos, los sinsabores provocados por la falta de comedimiento, los tropezones sin remiendo inminente, los descalabros de los que no queda mejor salida que la lección mejor aprendida, pero con ganas de continuar dando guerra sin acordarme demasiado de las amarguras, de los tatuajes con tinta china en el corazón, de la temperatura de los polos, de los infiernos del desierto en el que acabó lloviendo, todo ello aderezado con el indispensable condimento de la emoción de andar siempre sin un duro en el bolsillo, de haber superado mis guerras internas olvidándome del dinero y apostando por la salud de las retinas, por la vida que hay en cada gesto, en cada rasgo de la realidad merecedor de ser atendido, no creyendo en nada que no sea lo que nos ofrece el día a día ni asintiendo como una marioneta a los cuentos de quienes los cuentan, pasando por taquilla, por supuesto, pero no perdiendo el tiempo en dar parabienes que huelen a cobardía.
Contemplo a los pájaros y a las estrellas, a las nubes, al agua cuando cae a cántaros y al sol cuando brilla a través de los agujeros de las persianas, a la gente que anda por la calle, a los vagabundos y a los banqueros almidonados, a las señoras que tiran de un carro de la compra y a la joven que limpia el portal, a todos con el mismo pasmo del que no sabe nada de nada, de quien no se ha enterado de la misa la media, del que anda en busca de algo que no alcanza a explicar lo que es, con la curiosidad propia de quien quiere inventarse una historia para cada una de las cosas que admira; esa sensación de aturdimiento que uno siente cuando le da por imaginarlo todo de otra manera, barruntando que es posible pero no lo es; lo miro todo como asombrado, con la constante sensación de estar perdiéndome algo, queriendo cogerlo sin saber por donde empezar, y debe ser por ello por lo que no ceso de darme de frente contra las paredes de la cima de lo material.
Confieso vivir en un sueño continuo, tener el hábito de pensar lo que me sucede como si estuviera ocurriendo en una novela, desvinculándome de este mundo para refugiarme en el que llevo a cuestas desde que era un niño; ese universo que todos nos creamos y que a mí me ha durado hasta ahora, no intacto pero si duradero, con las evoluciones concernientes al paso de las estaciones, con el complemento de las canas, con la compañía de un montón de papeles cada vez más grande, con la comunidad de las borracheras que no consiguieron acabar con mis neuronas, con las musas del tabaco, con los callos y las rozaduras en el alma y en los pies de mi oficio, con los cruces de sinuosos caminos que se enderezaron, con atisbos de milagros porque si no sería imposible estar aquí contándolo, con tantas y tantas cosas como para hallarme bien acompañado cuando estoy solo.
Hoy y mañana brindaré por vosotros.
Clochard:
ResponderEliminar¡Diga usted que sí! ¡Que le quiten lo bailado! Todas esas alegrías y sinsabores lo han hecho a usted ser lo que es.
Intuyo cumpleaños ¿?
Felicidades y siga usted sumando muuuuuuuuuuuuchos más.
Salu2.
Dyhego:
ResponderEliminarEfectivamente, ha acertado usted, hoy es día de cumpleaños, llevándolo muy bien, por cierto. Al fin y al cabo no existe mas edad que la que se ejerce. Muchas gracias.
Salud.
Tito esto es para ti
ResponderEliminarMuchas gracias, Cracks. Da gusto tener sobrinos tan originales. Aún así, no os despistéis y continuad entrenando porque la próxima vez que nos veamos le voy a quitar las telarañas a la canasta y os voy a demostrar cómo se juega al baloncesto, o sea que a ponerse las pilas, campeones.
EliminarBesos.
Pongamos hoy en ese universo tuyo una tarta de centeno y manzana, unas velas, una canción y un gran abrazo.
ResponderEliminar(Detrás del anónimo están los ratones coloraos. Es un enlace, pincha sobre él)
Besos.
El trozo de tarta que me ha tocado estaba delicioso, se nota que sigues teniendo muy buena mano para la repostería. La canción ha hecho que bailar suponga soñar con los pies, y el abrazo me ha llegado con el calor intacto.
EliminarBesos, prosas y versos.
Bueno ya queda menos, pero no más intenso.
ResponderEliminarFeliz Cumple años.
Haremos lo posible por medir la intensidad de otra manera, sin excedernos en hedonismos, pero quemando cartuchos, que duda cabe. Muchas gracias.
EliminarSalud.
Querido Clochard,"es un muchacho excelente,es un muchacho excelente y siempre lo será..."Que cumplas muchos más y que el próximo lo vean mis ojos.Por más que cumplas siempre te ganaré.Un abrazo muy muy fuerte!!
ResponderEliminarY mira que intento alcanzarte, Amoristad, pero no hay manera, todos los años me llevas la misma ventaja. vamos a ver si este año te pillo. Muchas gracias.
EliminarMil besos.