sábado, 27 de enero de 2018

Diario de Enero XLXIV


Resultado de imagen de la nada

La Nada es un lugar en el que se está muy bien, muy a gusto, muy en reconciliadora soledad con los malos momentos, y en paz con uno mismo y con lo que lo ha traído hasta aquí. Estar en la Nada es como estar en ese sitio al que uno soñaba llegar y concederse una parada, un respiro, un alto en el camino. La Nada y el Todo no se ponen de acuerdo porque son la misma cosa, los mismos parámetros pero vistos con diferente lente. Que el blanco sea la ausencia de color es tan cierto como que el negro es la mezcla de todos ellos, ahora bien, siempre y cuando lo miremos desde la óptica de la presencia de la luz; de lo contrario, si percibiéramos el ambiente desde el punto de vista de la ausencia de la misma la conclusión sería totalmente la contraria. El concepto de la relatividad acabó siendo relevante a partir del momento en el que a alguien le dio por cuestionarse si la caída de una manzana era suficiente para comprobar su relación de causa efecto con el Universo. La Nada es ese segmento necesario para la calma, ese conformismo luchador, esa paradoja que se le concede a la esencia de la poesía, ese carril bici con dirección a ninguna parte. 

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