domingo, 18 de febrero de 2018

La gran asignatura



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Uno de los impulsos de la escritura se encuentra en la mera presencia del papel en blanco, que habrá que ir rellenando de procedente de los conscientes y subconscientes aliados pensamientos con el presente material, mirándose uno en los espejos del futuro y del pasado, del pretérito y de los sueños. El oído se adapta a la inquietud en su afán por escuchar otra cosa, y mediante esa curiosidad me aproximo a Coralie Clement. Cuando encuentro el significado de una palabra en la pronunciación de otra lengua me entra  por el cuerpo una alegría comparable a la del lector que, ante su falta de conocimiento, trata de superarse en la introducción sobre obras de más complejidad queriendo entender dialécticas dadas en otros tiempos al enredo y al engorro y al aburrimiento, lecturas a las que aún no les había llegado su momento, su primer momento. Para escribir hay que tener ninguna y muchas cosas presentes a la vez, sabiendo que otras muchas posibilidades de amalgamar el mosaico de las relaciones están apareciendo al mismo tiempo que toma uno nota del perfume más relevante de los que en ese instante sus cinco sentidos le revelen, para las que siempre habrá un lugar en el subconsciente, en esa cascada de consecuencias y de ocurrencias y de gestos y de dichos y ademanes que determinan el suceso, la instantánea. Luego también ocurre lo siguiente, y es que cuando escribe anda uno más en su mundo que en la realidad, imbuido en la abstracción de la escritura. Hay una metáfora en el sonido que emite la tubería de la lavadora en su recorrido por una de las paredes de la cocina, en el trasiego de las piernas cruzándose hasta encontrar la postura adecuada, en las interferencias del teléfono, en el recuento de votos de la nevera; hay estímulos literarios, aptos para la exploración del alma de las cosas sobre el mar abierto de la poesía, en el olfato y en el instinto de supervivencia del acto de respirar. La cuestión es colocar una palabra detrás de otra siendo uno coherente con lo que escribe, y esa es la gran asignatura.



1 comentario:

  1. Supongo que tiene que ser asi, un lenguaje cuidado y exacto, una historia digna de contar y que nada chirríe en la historia,que no haya cosas innecesarias para la comprensión de la historia.

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