domingo, 29 de abril de 2018

Cuando quieran los buitres


Resultado de imagen de violencia de género


Acerca de la interpretación de los hechos saben mucho algunos magistrados especializados en detenerse en cada una de las comas de un informe, en la colocación de las palabras a lo largo y ancho de un texto que vendrá a decir lo contrario de lo que suponíamos una vez leído bajo la transparente traición del lenguaje, y en la lectura extraída de unas imágenes que, en el caso que nos ocupa, no parecen ser lo suficientemente evidentes como para interpretar que cinco desalmados, a los que tal apelativo les queda corto, no solo abusaron sino que violaron a una joven de dieciocho años. Cualquiera de nosotros podría ponerse o no de acuerdo en depende qué cuestión, echando mano de lo que el instinto y la intuición le sugiera, de su código ético, de su forma de interpretar lo ocurrido amparándose en el sentido común y en la experiencia. Lo curioso es que, en el caso de la manada de cafres, que es la fiel representación de la tan por desgracia arraigada cobardía machista en España, todos pensamos lo mismo menos uno de los jueces encargados de llevar el caso; sus propios compañeros de terna no han llegado al extremo de negarlo, pero visto lo visto una vez conocida la sentencia salta a la vista que hay alguien por medio; no nos olvidemos de que dos de estos mal nacidos forman parte del Ejercito y de la Guardia Civil, y que, por cierto, están cobrando el 75% del sueldo base desde que están encarcelados, o sea desde hace dos años. Todos los vecinos tanto de la víctima como de los violadores, toda Pamplona y toda Sevilla y todo Madrid y así todo seguido hasta el final de cualquier rincón de España, toda la sociedad piensa lo mismo menos los subalternos de la justicia que con sus provocaciones están abonando el terreno para que las consecuencias derivadas de la indignación social sean lo que no nos hubiésemos nunca imaginado que podría llegar a suceder; hay gente para todo, y como esto siga así veremos a ver por donde sale el sol; al tiempo. Las declaraciones del abogado defensor aludiendo a ese fino hilo que determina el dictamen de lo sucedido son vergonzosas, tanto como atreverse a defender a semejante calaña de criminales. Cada vez que escucho de boca del juez Ricardo González lo del presunto "ambiente de jolgorio" apreciado en los hechos se me revuelven las tripas. Entre tanto, y como siempre que hay que dar la cara, el Gobierno dice que hay que respetar las decisiones judiciales, eso si prevaleciendo el mensaje de que está en contra de la violencia de género y de que se está luchando contra ello. La postura del Gobierno cuando hay que dar la cara me recuerda a ese verso de Pablo Neruda en España en el corazón: "hasta que el ruiseñor se calle cuando quieran los buitres". Entre tanto, y a la espera de que la acusación recurra la sentencia, nos encontramos con una víctima que ha declarado no creer en la justicia y que está pensándose no recurrir, tirar la toalla, darse por vencida; además, en los diez próximos días, plazo disponible para la recurrencia, cabe la posibilidad de dejar en libertad condicional a los acusados, y una vez vuelto a ser resuelto el juicio, en caso de que así sea, dos de las opciones que se contemplan son tan escalofriantes como insultantes para la ciudadanía: que disminuya la pena de los acusados, o que sean exculpados. Esta recua de salvajes lleva dos años en prisión, eso quiere decir que si han de cumplir, parece ser que en el peor de los casos, nueve en total, una vez que hayan cubierto la cuarta parte de éstos dispondrán de permisos temporales y de un grado de internamiento favorable; si a eso le sumamos otro tipo de beneficios penitenciarios a los que se acogerán nos encontramos con que los tendremos en la calle en dos días, y vuelta a empezar. Pero qué justicia es ésta, pero esto qué es. Qué bochorno.  


2 comentarios:

  1. Estoy contigo. Es bochornoso y desgarrador. Tendremos que seguir luchando...Saludos.

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    1. Pero es que no sé ya qué es lo que tiene que pasar para que pase algo. Qué aburrimiento.

      Saludos, Jfbmurcia.

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