jueves, 21 de junio de 2012

Al carajo










Queremos ser competitivos, queremos que el nombre de nuestro país deje de dar la sensación de pena e inseguridad que da cuando es pronunciado fuera de nuestras fronteras. Queremos que la marca España sea puntera, admirada, elegida y elogiada. Queremos pan, queremos vino, queremos a los empresarios...cuando, como en el caso que me ocupa me obligan a ofrecer un contrato de media jornada a cambio de diez horas de esfuerzo a los jóvenes que se acercan con la intención de encontrar un empleo en el lugar en el que se me ha dado la aborrecible responsabilidad de dirigir un equipo como si fuese un papagallo; y como no estoy dispuesto a estar continuamente diciendo lo que se quiere escuchar, pues de nuevo me toca caer mal y currármelo lo peor que se me ocurre con tal de no ponerle buena cara al cafre de turno cuyas excusas se fundamentan en el triste recurso de que todo el mundo lo hace de esta manera. Así jamás podremos ser nadie porque fomentamos la desigualdad, el miedo y la desconfianza de tal manera que ese germen nos pasará factura no dentro de mucho porque lo que menos se valora son las personas, y la dignidad de las personas tiene un tope, y ese tope se está llenando de tal manera de tensión contenida que un día saltará por los aires haciendo añicos todo lo que pille por medio, y entonces nos dará por lamentarnos con cara de víctimas mientras este montón de escoria se las da de trabajadores. Cagonlaleche.

También gozan este tipo de espécimenes de la afición a que no se noten demasiado los rasgos de determinado extranjerismo entre los que conforman el equipo que les saca las castañas del fuego. Esa morita pasa desapercibida, no da mucho el cante, dice el hijo de mala madre que no se ha visto la cara de subnormal y de vago cuyo sueño es tener una tía buena detrás de la barra para incentivar la imaginación del permanente onanismo al que se somete por las noches. Y es que él paga y los demás parece que se la tenemos que chupar. Pues que se la chupe su prima antes de que el resto lo mandemos al carajo. Al carajo.

4 comentarios:

  1. Querido Clochar:
    Al carajo con todo,con los diccionarios de María Juana Moliner que tanto te gustan,con los de sinónimos y,con todo el vocabulario que devoras en los libros.Para mañana me copias cien veces,cuidaré las formas para potenciar el mensaje.Animo,no desesperes...Un abrazo fuerte desde Cantabria.

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  2. ya no desespero, tan solo espero en que llegue el día en el que poder vivir tranquilo sin tener que aguantar a tanto gilipollas. A eso he aprendido y en ello estoy.

    Mil besos

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  3. COMO TE VAS DANDO CUENTA HE EMPEZADO POR EL ULTIMO RELATO DEL DIA 24... NO SE POR QUE, HACE TIEMPO QUE NO ESCRIBIAS. PUES SIGUE TU CON TU TRANQUILIDAD Y ESO AL CARAJO!!! PORQUE ADEMAS ERES UN HOMBRE QUE TRANSMITES TRANQUILIDAD, QUE NO TE ALTERE NI DIOS!!!! BESOS

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    1. Bienvenida de nuevo, aquí estamos danzando por este mundo aficionado a las letras en el que tan a gusto se encuentra uno.

      Salud y besos

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