martes, 10 de octubre de 2017

Cuánto


Resultado de imagen de paz interior

Cuánto diluvio y espanto,
cuánta inercia de mal vivir,
de escribir y no escribir
o sentir que no es uno el que escribe;
cuánta certeza contenida,
cuánta inclemencia sostenida 
en los páramos del esperpento
detenido por falta de voz,
por no saber decir que no,
por no vaya a ser que.
Cuánto instrumento enmudecido,
decencia mal ejercida,
creatividad por los suelos,
algarabía de medio pelo,
dimes y diretes mal enunciados,
insurrecciones que dicen adiós
te pongas como te pongas,
justo ahora,
sin pelos en la lengua;
y qué hacer después.
Cuánto de todo junto,
abundancia que nos sale
por las orejas, y por 
los ojos estando ciegos,
por las piernas estando
lisiados perdidos del corazón.
Cuánto que decir y ya ves,
si no hay cómo llegar a 
las avenidas del desierto
en el que encontrar un oasis
y una frase de gratitud,
una llama que encienda el silencio,
un ascua que recobre el fuego,
un maniquí que se ponga en marcha.
Cuánto que celebrar
a causa de la derrota,
sin la cual no hubiésemos sabido
a lo que saben las a penas 
sostenidas palabras
del hilo telefónico.


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