lunes, 16 de abril de 2012

Letras derramadas.




A veces
sobre fugitivos borradores
las letras se me derraman,
impávidos llantos e indelebles
de la soledad caricias y sudores,
arriesgando la fe en el intento,
jugando con las musas del azar.

A veces
una severa suena
flauta, atrevida, gutural.
La tos del tabaco, tan ideal
para llenar la boca con un trago
de whisky y de música, crema,
un recorrer la garganta
hasta llegar y no llegar,
hasta coronar del estómago la cima
y arder en este placer solitario
y tan particular.

El lápiz traza el surco
de la mina de carbón del abecedario,
los dedos el paisaje
de un pedazo de metal.
Yo me agarro fuerte al vaso,
trato de decirme la verdad,
de hacerme nuevamente caso
y no cansarme de borrar.

A veces
me confieso a pedazos,
otras veces me encargo de agrupar
trozos de arterias, sensaciones, orgasmos
y balas perdidas que no me consiguieron fusilar.

6 comentarios:

  1. El reagruparse es lo difícil, pero no imposible.
    Me gustó leerte.
    Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Alicia:

      Efectivamente, e incluso recomendable. Reagruparse es andar por la memoria haciendo uso del buen olvido.

      Muchas gracias y bienvenida a estos hielos, sírvase usted misma. Un abrazo

      Eliminar
  2. Querido Clochard,poema,a las letras que se borran sin saber donde irán,concentra todo tú cosmos en la punta frágil del ese lapiz que a veces pareciera tener vida propia y otras estar inerte y otras como hoy lleno de corazón,genial...Un abrazo muy fuerte!!

    ResponderEliminar
  3. Querida Amorisad:

    Muchas gracias por tu generosidad y por tu presencia en este lago de peces creados con la punta del lápiz al que te refieres. Es un placer.

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  4. Creo que te define muy bien el último verso, que yo subrayaría.
    Y como Lope nos enseñó, no nos cansemos de borrar.

    Besos y versos.

    ResponderEliminar
  5. Querida Blimunda:

    Si, en ese último verso hay mucho de lo que uno es. Y, eso me lo enseñaste tú refiriéndote a Lope, ahí de tí escritor si no te relees. En ese continuo esculpir se disfruta tanto o más que durante la gestación, porque es como si de la escritura se pasara a la escultura con las herramientas que humildemente se poseen.

    Besos, prosas y versos.

    ResponderEliminar