lunes, 20 de agosto de 2012

Diario del Nautilus. Antonio Muñoz Molina.



  • Aquí se muestran algunas de las frases que pueden ser encontradas en Diario del nautilus, obra de Antonio Muñoz Molina en la que se recopilan una serie de artículos escritos para el periódico Ideal de Granada. La obra fue publicada en 1985, después de El Robinson urbano (1984), y en ella nos encontramos ante las primeras muestras del genio narrador de A.M.M.

    Recuerdo haber oído hablar de ella al autor, y de saber de su existencia mediante otras lecturas de él mismo, pero no lograba encontrarla en las librerías, de modo que accedí a comprarla mediante internet poniéndole así, si cabe, un poco más de romanticismo al asunto ya que mi visita a una oficina de correos de un pueblo de Cantabria en un día de febrero húmedo y ventoso fue acompañada con la emoción anticipada de la adquisición de tal tesoro. Espero que disfruten al igual que lo he hecho yo a lo largo del par de lecturas que hasta el momento le he dedicado, aunque pienso que la mejor manera de gozar la obra es ampararla bajo el siempre dulce tacto de la lectura entre las manos, en su totalidad.

    Quienes piensan, como Gustavo Adolfo Bécquer, que la soledad es el templo de la conciencia...

    quedando tan deslumbrado por ella que sólo supo preguntarle si era una mujer o una diosa.

    Debemos a los surrealistas la certeza de que las ínsulas más extrañas no están en los libros ni en los mares del sur, sino en la topografía mediocre de la realidad.

    la ciencia ficción, que es un género tan imaginativo como la prosa de los boletines oficiales…

    Sócrates desdeñaba la escritura, porque temía que los hombres, al confiarse a ella, olvidaran el tranquilo ejercicio de la conversación y la memoria.  

     Todo hombre plácido y solo en su biblioteca es el capitán Nemo.

    porque nunca es más valioso un placer que cuando se sabe condenado a extinguirse.

    mi nombre es nadie, dijo Ulises al cíclope que lo perseguía, y fue esa hermosa mentira lo que le permitió salvarse.

    Baudelaire…que había reclamado el derecho a la huida y el derecho al desorden....

     En su lecho de muerte, Balzac llamaba al médico que solía curar a los enfermos de sus libros. 

     Acaso nadie pueda, como pedía Montgomery Clift, descender a los infiernos y regresar ileso.

    la historia atroz del castillo de irás y no volverás…

    ha perdido la memoria…que es la mayor desgracia que puede ocurrirle a un escritor, la memoria es el sentido que nos permite escuchar al tiempo, materia última de la escritura, y también de la música y de las imágenes del cine.

    Uno escribe para combatir el olvido, para rescatar en las palabras el tiempo gastado por los relojes… 

     Yace la vida envuelta en alto olvido, escribió, aludiendo al sueño, don Francisco de Quevedo… 

     con la desesperada elegancia de los hombres solos…

     no se puede amar impunemente la belleza… 

     No es el amor quien muere, somos nosotros mismos. Luis Cernuda. 

    un polvo amarillo como de ala de mariposa… 

     como Afrodita, que vino al mundo en las playas de Chipre… 

     ese entusiasmo que para nosotros no es sino una vana exageración de la alegría, pero que significa, literalmente, la posesión por un dios. 

     porque uno siempre teme el despertar cuando alcanza el fruto de un sueño. 

     Alguna vez tuve la tentación, eficazmente desmentida por la pereza… 

     La adolescencia…esa forma de íntima y larga mentira que sólo merece crédito, o disculpa, cuando se convierte en un libro, en una película donde el recuerdo sea levadura y pretexto para la imaginación… 

     La adolescencia es iletrada, pero también es temeraria.

    Con esa errante fatiga de los museos que tanto se parece al tedio y al desengaño… 

     Borges, en uno de esos sonetos suyos que son como retratos de Rembrandt… 

    Juan Rulfo suele decir que escribió Pedro Páramo porque tenía ganas de leer ese libro y no lo hallaba en su biblioteca. 

     Desde hace diez años, el pintor catalán Palau Ferre quema uno por uno sus cuadros a medida que los va terminando… 

    Pero la poesía ilumina al lector o es iluminada interiormente por su inteligencia, y a sus jardines no se accede nunca por invitación colectiva. 

     y cuando corren el último pestillo con el gesto rotundo de quien escribe el punto final… 

     Hay continentes enteros que me ignoran, escribió Pascal.

    Decía Ramón Gómez de la Serna que en el limbo todos los días son domingo. 

     En las ciudades provinciales uno escribe siempre sobre el agua. 

    Para De Quincey, el crimen es el único arte que cimenta su gloria en el secreto del autor, y Jack The Ripper, que nunca fue descubierto, es la oscura obra maestra de sí mismo. 

     Sabemos desde el Romanticismo que la sociedad moderna niega enconadamente los placeres del arte. 

     el crudo brío de obstinación que tiene el andar de ciertos cojos temerarios,… 

     Marcharse es tan fácil como cerrar una puerta o no decir una palabra en el momento en que debimos pronunciarla,… 

     Dice Borges que ante los espejos nos convertimos en rabinos fantásticos que leen los libros de derecha a izquierda. 

     No es casual que tan delicado mecanismo lo inventase Leonardo: cuando una muchacha cabalga sobre ella, la bicicleta es la Gioconda de las máquinas. 

    Si en un lugar o catálogo del tiempo quedara memoria de cada uno de los instantes en que un hombre se sabe libre y poseído por una plenitud tan alta que nunca pudieron anunciársela sus más temerarios deseos, de tal modo que hubiera efemérides íntimas y a la vez generales de la felicidad, en todos los calendarios vendría señalado con la tinta roja de los domingos el día de 1656 en que Velazquez terminó de pintar Las Meninas. 

     Más helada que nieve, pues no sin motivo la llamaron sol de los muertos, la luna… 

    Diccionarios, grandes baúles que uno abre para exhumar las cosas y enumerarlas y nombrarlas sin otro propósito que la confirmación de su existencia. 

     Uno prepara sus cosas, no exactamente para escribir, sino para reconocerse en algunos gestos menores, abre la máquina, sitúa pulcramente el papel en el punto de partida, vierte en la copa la justa dosis de alcohol, de hielo, de desidia, y desde ese instante la soledad cobra la forma de un rostro y la literatura se vuelve carta sin destino y renegada confesión,…

2 comentarios:

  1. MAGNIFICAS FRASES Y MUY BIEN ELEGIDAS, AUNQUE ALGUNAS NO TENGA LA CAPACIDAD DE PODER ENTENDERLAS EN LA MAS PROFUNDO, PERO DICEN TANTA VERDAD...ME HA ENCANTADO AMIGO. SIGUE SIEMPRE TUS RELATOS YO SERE TU ADMIRADORA FIEL.BESOS

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  2. Se trata de una voz que sigo en las lecturas con más facilidad que a ninguna otra. Cada detalle, cada frase en la que se muestran la inteligencia, el ingenio y la sensibilidad de Muñoz Molina es para mi una recompensa en forma de aprendizaje. Si no entiendes alguna expresión a la primera, puede que una buena forma sea la tranquila relectura acompañada con un poco de sencilla y cómoda reflexión en la que encontrar ese significado que andabas buscando. A todos nos pasa.

    Cuídate mucho. Salud y besos.

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